Con motivo de la presidencia española de la Unión Europea, decenas de organizaciones del Estado español han decidido unir sus fuerzas para expresar una vez más su repulsa ante el proyecto capitalista y neoliberal que representa la UE. Estas organizaciones están coordinadas con otras del resto de la Unión y de América Latina.
La UE ha demostrado ser un entramado institucional antidemocrático al servicio de los intereses de las multinacionales y de las elites de los estados miembros. Sirva de ejemplo la orientación econonomicista y contraria a los derechos sociales básicos del Tratado de Lisboa , aprobado sin consultar a la ciudadanía (salvo en Irlanda, por imperativo legal).
Para servir a dichos intereses, la UE no duda en rebajar las condiciones laborales y en facilitar los despidos y la destrucción de empleo, como demuestra la doctrina de la “flexiseguridad”. Igualmente, defiende con todo su aparato diplomático las estrategias comerciales y empresariales abusivas de las empresas europeas en países del Sur. Las organizaciones firmantes rechazan las presiones a las que la UE somete a terceros países para que firmen los tratados comerciales, mal llamados “Acuerdos de Asociación”. Son una forma de “neocolonialismo” y de expolio, tanto de la naturaleza como de las poblaciones del Sur.
En paralelo a este apoyo explícito a los intereses de las elites, se produce una desprotección premeditada de las ciudadanas y ciudadanos europeos. Las organizaciones firmantes denuncian una vez más el desmantelamiento y la privatización de los servicios públicos promovida por la Comisión Europea. Los servicios públicos no deberían ser negocios, sino derechos básicos de las personas.
También es reprobable la política de la UE sobre las fronteras. Con distintas directivas aprobadas se pretende hacer de la UE una fortaleza donde el dinero y los bienes puedan moverse libremente, mientras que a las personas migrantes se les ponen barreras que violan los derechos humanos. Manifestamos nuestra especial repulsa ante la Directiva de Retorno, rebautizada como “de la Vergüenza”.
Igualmente, el discurso ambientalista de la UE no deja de ser papel mojado que se queda en nada, o muy poco, a la hora de tomar medidas concretas. Una vez más, los beneficios del capital están por encima de los derechos de los pueblos, las personas y el resto de seres vivos.
Al ser una estructura creada con el objetivo de fortalecer las economías capitalistas y de mejorar la competitividad, como bien reflejan la estrategia “Europa Global compitiendo en el mundo” o la “Directiva Bolkestein”, todas las políticas europeas en materia de transportes, de agricultura, de finanzas, de educación… se supeditan al objetivo económico y se concretan en un mayor expolio del medioambiente. Denunciamos que la UE es insostenible social y ambientalmente.
Las organizaciones firmantes creemos en la solidaridad entre los pueblos, entre las distintas luchas y entre las personas. Por ello, a lo largo del semestre de la Presidencia española de la UE convocaremos diversos encuentros y acciones para analizar a la UE, denunciar la injusticia estructural que encierra y crear alternativas.
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