domingo, agosto 16, 2009

EN MEMORIA DE PABLO ANTOÑANA-SEGOVIA


Fallece el escritor navarro Pablo Antoñana, autor prolífico y comprometido
Ayer murió Pablo Antoñana, considerado el escritor navarro más fecundo de la segunda mitad del siglo XX. Él solía decir que "escribir es soñar y soñar es vivir
Autor prolífico y comprometido, inconformista irreductible
En 2007, cuatro meses antes de llegar a los 80 declaró "estoy deseando cumplir 80 años y quisiera llegar a los 90, porque, como decía el otro, a esa edad mueren pocos". El inconformista Pablo Antoñana (Viana, 1927), premio Príncipe de Viana 1996, recibió en aquellos días en Lizarra otro galardón, el que lleva el nombre de Manuel de Irujo, otorgado por la asociación Irujo Etxea.
El premio le reconoció "su compromiso en favor de la recuperación y difusión en el mundo de la cultura, historia y tradiciones vascas", aunque él prefirió quitarle hierro: "Es un poco enfático, porque, en realidad, yo no he hecho más que recoger datos, pensar y escribir, sin buscarle trascendencia. Mi intención no ha sido nunca rescatar nada. Simplemente he vivido muy pegado a mi tierra. A la tierra se la quiere o no, que tampoco digo que haya que quererla, sino que uno es la misma tierra. Yo me he nutrido de ella y, en parte debido a mi trabajo como secretario de pequeños municipios, por mis manos han pasado datos que muchas veces ni siquiera he buscado. (...) Me he limitado a recoger datos de un mundo que he visto agonizar y del que me considero un superviviente. Sólo siento no haber recogido con mi máquina fotográfica todas las cosas que se han perdido y que sólo conservo en la retina. Porque yo tengo en la retina aquel 18 de julio y los sudores de los trabajadores del campo y las fiestas...".
Hasta el último momento siguió escribiendo.
Biografía
Nacido en Viana el 29 de octubre de 1927, realizó la carrera de Derecho en la Universidad de Zaragoza. Allí comenzó a publicar sus primeros escritos. Casado con Elvira Sáinz en 1955, tuvieron dos hijos y trabajó hasta su jubilación como secretario del Ayuntamiento en varias de las cinco villas de Los Arcos, lugares que convirtió en los territorios narrativos de su República de Ioar, un lugar de su in vención "sin moscas, curas y guardia civiles". Miembro de Eusko Ikaskuntza, colaborador habitual de medios de comunicación, de su pluma salieron títulos como "Botín y fuego y otros relatos" (Pamiela, 1985), "Memoria, divagación, periodismo" (Pamiela, 1996), "El último viaje y otras fábulas" (Ttarttalo, 2001) o "Aquellos tiempos" (2008).
Ahí está su texto en el Parque de la Memoria de Sartaguda: "Mi memoria sacudida por aquellos días como cruel pesadilla, voces oídas como sordo rumor, vidas rotas que ni la compasión, el perdón y la justicia pudieron recomponer". Y es que, a pesar de su recurrente referencia a la muerte, "la única verdad absoluta", afirmaba, su defensa de la vida y su sensibilidad hacia los seres humanos fue siempre conmovedora

Desde Segovia nuestro recuerdo y admiración al maestro Pablo Antoñana siempre te tendremos en nuestro corazón que descanses en paz. Hasta siempre compañero.

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