jueves, marzo 19, 2009

VIOLENCIA BRUTAL POR ALZAR LA VOZ CONTRA BOLONIA


Una manifestación de estudiantes en lucha contra la reforma universitaria europea conocida como el "plan Bolonia" fue reprimida con dureza por la policía con el saldo provisional de una veintena de heridos, cuando recorría el centro de la capital catalana, convertido en escenario de una batalla campal. La protesta fue convocada tras el desalojo de 53 estudiantes que ocupaban desde noviembre la Universidad de Barcelona (UB) por orden del rector de la institución, Didac Ramírez. Por la mañana de ayer, los estudiantes se habían concentrado frente a la Universidad e intentaron ingresar a la casa de estudios, pero los Mossos dïEsquadra (policía autónoma catalana) lo evitaron cargando reiteradas veces contra ellos. A las 20 hora local (16 de Argentina), los alumnos volvieron a concentrarse en la Plaza Universidad, frente al rectorado, desde donde marcharon por el centro de la ciudad con pancartas en rechazo al desalojo y la actuación violenta de la policía. "La letra con sangre entra" o "Violencia brutal por alzar la voz contra Bolonia" -una reforma que según ellos "mercantiliza" la universidad, fueron algunos de los lemas que defendieron los estudiantes. Al comienzo de su marcha los manifestantes -entre 2.5000 según datos de la policía y 5.000 de acuerdo con los organizadores- intentaron bajar por Las Ramblas, pero se encontraron con el cerco de los antidisturbios, por lo que tras un breve enfrentamiento con los policías decidieron continuar con el recorrido por otra calle. Sin embargo, en el tramo final la policía volvió a cerrar el camino de los manifestantes que pretendían llegar a la Plaza Sant Jaume, donde se encuentra el Ayuntamiento de Barcelona y el Palacio de la Generalitat (gobierno autónomo) tras lo cual se desató una brutal represión. La policía autonómica reprimió de forma indiscriminada a estudiantes, periodistas e incluso golpeó a transeúntes, entre ellos un niño de 10 años, cuya familia defendió de los golpes a un grupo de jóvenes. El casco antiguo de la ciudad condal se convirtió durante más de una hora en una batalla campal, con barricadas formadas con las mesas y sillas de los bares desde las que los estudiantes arrojaban piedras y basura a los policías, quienes avanzaban a golpes de porras.

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