En Barcelona se está cocinando el acuerdo histórico de Copenhague que ha de impedir que el cambio climático cruce el catastrófico punto de no retorno.
El vigente protocolo de Kioto no ha sido capaz de alcanzar sus modestos objetivos de reducción de emisiones de CO2. Entre los años 2000 y 2005, las emisiones han aumentado un 3.2% anual, cuatro veces más rápido que en la década anterior.
La necesidad urgente de una reducción ambiciosa de las emisiones de CO2 ha sido consensuada por la comunidad científica, pero choca de pleno con intereses e inercias estructurales. La gravedad de la situación es de dominio público. Sin embargo, los elementos fundamentales se han sustraído del debate público y se nos distrae reduciendo el problema al cambio de bombillas de casa.
Ciudadanos anónimos de procedencia local, estatal e internacional hemos venido aquí porque sin una reducción drástica, doméstica y obligatoria de las emisiones de CO2 no hay salida a la crisis climática. Porque los delegados no deberían salir de la conferencia hasta consensuar un buen acuerdo. Y un buen acuerdo no puede basarse en ficciones tecnológicas y mercadeo de emisiones. Hemos venido aquí para exigir que de la Cumbre de Copenhague salga un compromiso firme por una reducción drástica e inmediata de las emisiones de gases invernadero, así como un programa creíble que el uso de energías fósiles se haya abandonado plenamente a mediados de siglo y la deforestación se haya detenido mucho antes. Hemos venido aquí para dar a conocer que una de las razones principales del fracaso de Kioto es que permite “deslocalizar” los objetivos nacionales de reducción. Esta reducción ficticia se puede hacer tanto a través del comercio de emisiones como a través de la actividad industrial deslocalizada a países donde es más barato producir, como en China. Hemos venido aquí para dar a conocer que el comercio de emisiones permite obtener créditos de CO2 a cambio de implementar tecnologías “limpias” a los países pobres. Denunciamos estos Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) para subsidios a los criminales climáticos de las grandes corporaciones regalándoles créditos de CO2, porque retrasado peligrosamente los cambios que hay que hacer aquí para transformar nuestro modelo de producción, y porque son ineficientes (según la propia UE, en más de un 40% de los casos no existe ninguna reducción de emisiones). Hemos venido aquí para exigir al gobierno español que cambie las directrices de la política energética y detenga el mantenimiento y la intensificación del consumo de combustibles fósiles mediante la subvención del carbón español. El gobierno español maquilla con retórica ambientalista lo que realmente es una política energética altamente contaminante. Hemos venido aquí para exigir al Gobierno catalán que asuma una reducción real de las emisiones de gases invernadero, que deje de lado los planes estratégicos basados en el uso intensivo de combustibles fósiles, reformulando radicalmente el Plan General de Infraestructuras y el Plan de la Energía. Hemos venido aquí para exigir un apoyo real a las energías renovables descentralizadas y en manos de la sociedad, no de los grandes criminales climáticos corporativos. Como también para reivindicar la extensión por todo el territorio de Planes Locales por el Descenso de la Energía. Hemos venido aquí para que se incluya la industria aeronáutica dentro del acuerdo de Copenhague, poniendo fecha de caducidad a los vuelos domésticos y estableciendo reducciones obligatorias de emisiones. Hemos venido aquí porque los grupos de presión empresariales también están. Barcelona, zona libre de lobbies! Hemos venido aquí para denunciar la fe tecnológica que hoy toma la forma de la captura de CO2 o la energía nuclear y recordar que, valoradas en conjunto, estas tecnologías resultan peligrosas y contraproducentes, y no pueden evitar lo impostergable: un cambio profundo del modelo económico.
Si algún mercado hay que promover para salvar el clima, son los mercados agroecológicos, no los mercados de emisiones. Queremos un acuerdo JUSTO, VINCULANTE Y AMBICIOSO que asuma el gran tabú: que el crecimiento económico es inseparable del crecimiento de las emisiones, y actúe en consecuencia.
Si el clima fuese un banco ya lo habrían salvado… y el tiempo se acaba
El vigente protocolo de Kioto no ha sido capaz de alcanzar sus modestos objetivos de reducción de emisiones de CO2. Entre los años 2000 y 2005, las emisiones han aumentado un 3.2% anual, cuatro veces más rápido que en la década anterior.
La necesidad urgente de una reducción ambiciosa de las emisiones de CO2 ha sido consensuada por la comunidad científica, pero choca de pleno con intereses e inercias estructurales. La gravedad de la situación es de dominio público. Sin embargo, los elementos fundamentales se han sustraído del debate público y se nos distrae reduciendo el problema al cambio de bombillas de casa.
Ciudadanos anónimos de procedencia local, estatal e internacional hemos venido aquí porque sin una reducción drástica, doméstica y obligatoria de las emisiones de CO2 no hay salida a la crisis climática. Porque los delegados no deberían salir de la conferencia hasta consensuar un buen acuerdo. Y un buen acuerdo no puede basarse en ficciones tecnológicas y mercadeo de emisiones. Hemos venido aquí para exigir que de la Cumbre de Copenhague salga un compromiso firme por una reducción drástica e inmediata de las emisiones de gases invernadero, así como un programa creíble que el uso de energías fósiles se haya abandonado plenamente a mediados de siglo y la deforestación se haya detenido mucho antes. Hemos venido aquí para dar a conocer que una de las razones principales del fracaso de Kioto es que permite “deslocalizar” los objetivos nacionales de reducción. Esta reducción ficticia se puede hacer tanto a través del comercio de emisiones como a través de la actividad industrial deslocalizada a países donde es más barato producir, como en China. Hemos venido aquí para dar a conocer que el comercio de emisiones permite obtener créditos de CO2 a cambio de implementar tecnologías “limpias” a los países pobres. Denunciamos estos Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) para subsidios a los criminales climáticos de las grandes corporaciones regalándoles créditos de CO2, porque retrasado peligrosamente los cambios que hay que hacer aquí para transformar nuestro modelo de producción, y porque son ineficientes (según la propia UE, en más de un 40% de los casos no existe ninguna reducción de emisiones). Hemos venido aquí para exigir al gobierno español que cambie las directrices de la política energética y detenga el mantenimiento y la intensificación del consumo de combustibles fósiles mediante la subvención del carbón español. El gobierno español maquilla con retórica ambientalista lo que realmente es una política energética altamente contaminante. Hemos venido aquí para exigir al Gobierno catalán que asuma una reducción real de las emisiones de gases invernadero, que deje de lado los planes estratégicos basados en el uso intensivo de combustibles fósiles, reformulando radicalmente el Plan General de Infraestructuras y el Plan de la Energía. Hemos venido aquí para exigir un apoyo real a las energías renovables descentralizadas y en manos de la sociedad, no de los grandes criminales climáticos corporativos. Como también para reivindicar la extensión por todo el territorio de Planes Locales por el Descenso de la Energía. Hemos venido aquí para que se incluya la industria aeronáutica dentro del acuerdo de Copenhague, poniendo fecha de caducidad a los vuelos domésticos y estableciendo reducciones obligatorias de emisiones. Hemos venido aquí porque los grupos de presión empresariales también están. Barcelona, zona libre de lobbies! Hemos venido aquí para denunciar la fe tecnológica que hoy toma la forma de la captura de CO2 o la energía nuclear y recordar que, valoradas en conjunto, estas tecnologías resultan peligrosas y contraproducentes, y no pueden evitar lo impostergable: un cambio profundo del modelo económico.
Si algún mercado hay que promover para salvar el clima, son los mercados agroecológicos, no los mercados de emisiones. Queremos un acuerdo JUSTO, VINCULANTE Y AMBICIOSO que asuma el gran tabú: que el crecimiento económico es inseparable del crecimiento de las emisiones, y actúe en consecuencia.
Si el clima fuese un banco ya lo habrían salvado… y el tiempo se acaba
1 comentario:
Enhorabuena por el Blog.
Este es el mio
"http://preparemonosparaelcambio.blogspot.com"
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