sábado, junio 08, 2013

DE PARADOS Y MAGOS


Develar la verdad: esta es la cuestión.
Vivimos un tiempo de encubrimiento, de velos en torno a la verdad, de velos y de sombras que tratan de evitarnos la deslumbrante evidencia de la realidad.
No es fácil esconder seis millones de parados. La chistera del mago prestidigitador ha de ser insondablemente profunda, una verdadera sima de ocultación.
Salir a la calle y no ver lo que ocurre a nuestro alrededor, mirar sin que la sensibilidad de nuestros nervios se pongan en marcha y lleguen las señales al cerebro y al corazón para que allí se decodifiquen y se hagan compatibles, para que allí, repito, en el corazón y en la mente se conviertan en pensamientos y en sentimientos, es una práctica que sólo está al alcance de los que han abdicado de su condición de hombre/mujer vivos en el mundo.
Esas mismas entrañas de humanidad que nos hacen compasivos al tiempo que inteligentes, nos sujetan la mirada y nos conducen a ver lo que no puede ocultarse;  a saber: el sufrimiento humano de nuestros allegados, de próximos y lejanos: familias con todos sus miembros en paro, expulsados de las casas que ya no pueden seguir pagando, el abandono rampante de los que no disponen de medios, de los que padecen enfermedad, vejez o algún tipo de limitación grave, etc…
Miles de situaciones concretas que el “gran prestidigitador” escamotea con un truco de magia socio-política: un dato y los ojos de los espectadores que somos todos nosotros, pierden el hilo de la gran transformación. El milagro acaba de producirse: después de más de 5 años de hundimiento incontrolado debido a  políticas torpes y giradas sin rebozo a favor de los que más tienen, un dato “favorable” del paro registrado (casi 100.000 parados menos) les confirma que todo lo hasta ahora puesto en práctica (sus decretos –leyes y proyectos de ley sacados adelante a empujones de su mayoría absoluta) era lisa y llanamente acertado. Ya no hay que plantearse ningún cambio en la política económica, la reforma laboral fue acertada, los recortes del gasto en servicios esenciales como cultura, educación sanidad, investigación, etc… Estamos en buen camino.


Pero como en todo arte de “birlibirloque” hay una trampa que conviene descubrir. A saber: un dato en apariencia positivo sin contextualizar, no deja de ser más que una cifra. ¿Es cierto que esos casi 100.000 parados menos son el bálsamo de fierabrás de una recuperación infalible? ¿Qué tipo de contratos?, ¿Por cuánto tiempo? ¿En qué condiciones? ¿Qué perspectiva de mantenimiento en el futuro? ¿Qué cambios ha experimentado nuestra estructura económica que haga sostenible esta recuperación?
Estacionalidad, contratos temporales, con salarios a la baja, en el sector servicios fundamentalmente…y una bajada espectacular de la contratación fija.
Estamos asistiendo a una perpetuación de una economía basada en los servicios y sustentada en el turismo como baza principal. Lo nuevo: que los empresarios están sustituyendo contrato fijo por temporal, de ETT, fáciles de despedir, con pocos o ningún derechos. Después de tantos ERES, los empresarios disponen de mano de obra barata y dócil a elegir entre un ejército de parados dispuestos a aceptar cualquier cosa, como sea y donde sea.
¡Bienvenidos a la China Europea!...cada vez más cerca el sueño del presidente de Mercadona de convertirnos en trabajadores chinos.
Al final del espectáculo uno sale de nuevo a la calle y, pese a la ilusión creada, lo que ve (si sigue teniendo esa capacidad) es penuria creciente, desarticulación de la solidaridad social, precariedad, pobreza, abandono institucional…y allá en la lejanía la torre de marfil de los que nos gobiernan y su incapacidad adquirida de no ver la realidad que nos ahoga, de ocultar la verdad.

A.L.



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