sábado, septiembre 22, 2012

El alma nueva: el cuerpo



Hace unos días, el titular de un periódico español anunciaba: “el culto al cuerpo no entiende de crisis”. Al parecer en España, mientras las crecientes apreturas económicas obligan a renunciar a las vacaciones, a comer menos carne y a usar poco el coche, la gente hace flexiones y pesas; mientras los hoteles y los restaurantes se vacían, los gimnasios siguen llenos. Aún más, del contenido de la noticia podría deducirse que hay una relación directamente proporcional entre el descenso del consumo y el aumento de la obsesión por el deporte, la cosmética y la salud corporal. Nada tiene de extraño. Todas las grandes crisis históricas han producido siempre una contracción de lo colectivo a lo individual, un retorno asustado al interior de uno mismo. ¿Y qu.é hay en el interior de uno mismo? Lo más común, lo más banal, lo más ajeno: un batiburrillo de convenciones e imágenes que tratamos de proteger contra el desorden exterior (invasión de los bárbaros o caos financiero). En las sociedades antiguas ese “batiburrillo” se llamaba “alma” y en las sociedades capitalistas se llama “cuerpo”, pero en ambos casos -alma o cuerpo- de lo que se trata es de encontrar una vía personal de salvación.

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Autor y amigo   :Santiago Alba Rico

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