En Cercedilla le hemos llamado siempre `el tranvía´ pero es más conocido entre la gente de la Sierra por `el eléctrico´. 
Lleva 88 años funcionando y es ya inseparable del paisaje del Guadarrama.  Su inauguración el 12  de julio de 1923 .
El denominado Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama pasó a Renfe y al  cabo de algún tiempo se amplió su recorrido hasta Cotos. En estos  tiempos de velocidades de vértigo
 ha quedado como una reliquia maravillosa.  Sube renqueando entre rocas y pinares y nos adentra en la Sierra al  ritmo de la propia naturaleza, sin estruendo, sin aglomeraciones, sin  contaminación. Pero, una vez más, no es negocio y corre peligro de  abandono.
Así lo denuncia la Plataforma creada para su defensa: reducción de  plazas, supresión de paradas, tarifas excesivas. Quizás Renfe tenga sus  dudas al examinar la rentabilidad económica de ese tren de la  naturaleza. Pero la Consejería de Medio Ambiente no puede tenerlas al  examinar su rentabilidad social. 
Hay que mantener y mimar ese vehículo del futuro que es el Eléctrico. Nos va mucho en ello.
Por Antonio Sáenz de Miera El Guadarramista