miércoles, agosto 26, 2009

Los mapas del alma no tienen fronteras”.


El Foro Social Mundial de Belém, nos trasladó un claro mensaje: las alternativas al neoliberalismo y las propuestas de transformación social salen de la lucha social, de las luchas populares, de la lucha diaria de los movimientos sociales y sindicales, de las luchas de mujeres, jóvenes, campesinos, pueblos indígenas, pueblos de la selva, defensores de la cultura e identidad de los pueblos, ambientalistas, comunidades de base,…, empobrecidos y empobrecidas, explotadas y explotados. Un claro mensaje para aquellos hombres y mujeres que luchamos y resistimos, en cualquier parte del planeta, a la usurpación de la naturaleza, de nuestros territorios y de nuestra cultura.
Encontrar alternativas es un trabajo colectivo, fruto de nuestra capacidad para elaborar un proyecto alternativo, para organizar la esperanza, para rescatar la utopía.
En palabras de Frei Betto: “La esperanza favorece la emergencia de nuevas utopías, que deben ser traducidas a proyectos políticos y culturales que señalen las bases de una nueva sociedad. Eso implica el rescate de los valores éticos, del sentido de justicia social, de las prácticas de solidaridad y compartimiento, y del respeto a la tierra, a la naturaleza, a la identidad de los pueblos, en suma, se trata de un desafío también de orden espiritual, en la línea de lo que pregonaba el profesor Milton Santos, de que debemos priorizar los “bienes infinitos” y no los “bienes finitos”.
La nueva izquierda latinoamericana, está abriendo espacios de trabajo, de reflexión, de diálogo y de propuesta que son fundamentales, que son referentes indispensables, en nuestro camino compartido para elaborar un proyecto alternativo, para organizar la esperanza y para rescatar la utopía

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