Sirva este articulo de Andrés Sorel publicado en el número 100 de la revista que dirige LA ANTORCHA DEL SIGLO XXI, para rendirle nuestro reconocimiento y admiración, también para mostrarle nuestro apoyo y solidaridad. Andrés Sorel eres uno de los grandes de las letras y una persona imprescindible y comprometida, siempre contigo.
He llegado al número 100 en el legado de Karl Kraus. En los momentos más difíciles de mi vida. Acompañando todo el verano a mi hermano Jesús, una parte de mi mismo, hasta que al fin fue derrotado y murió. Y encontrándome en situación crítica de supervivencia. Al fin, de derrota en derrota, llegué a la derrota final. Por citar algunas de mis actividades existenciales:
Quince años en el partido comunista, clandestinidad en la Radio Pirenaica, en sus publicaciones y actividades. 6 años como consejero cultural de la Embajada de Cuba. Director de dos editoriales en las que publiqué a numerosos jóvenes escritores, algunos su primera obra, hoy académicos, premios nacionales, reconocidos en el mundo de la literatura. Fundador, Presidente y responsable cultural de un periódico llamado Liberación. 35 años en la Asociación de Escritores de España, organizando 7 Congresos, numerosas actividades culturales, dirigiendo y maquetando una revista, República de las Letras que alcanzó 134 números, y los últimos 20 años acudiendo diez horas diarias a la propia asociación para trabajar en ella. He publicado más de 50 libros, novelas y ensayos, cientos y cientos de artículos en periódicos y revistas, de España y otros lugares del mundo, y,...al fin, creando esta revista La antorcha del Siglo XXI, que alcanza el número 100.
Y ahora no puedo decir que me encuentre desasistido. Como los políticos, banqueros, hombres de negocios, y en pequeña escala funcionarios o trabajadores, no estoy en la inanidad: yo también tengo mis puertas giratorias. Es el benefactor Estado el que se encarga de asistirme: 190, si, ciento noventa euros mensuales para vivir. Me preguntan: ¿ y con eso vives, has de vivir? Carezco de cuenta corriente, bienes de cualquier tipo, pero al menos también poseo un pequeño tesoro en mi particular paraíso fiscal: unos diez cuadernos en blanco para escribir, un tintero, dos plumas y un pequeño ordenador.
Y mientras el Ministro del Interior, la Justicia, u otros guardianes del orden establecido no me desposean de ello, mi religión: el decálogo particular, los 10 mandamientos de todo perdedor, que alientan mis deseos de sobrevivir, seguirán siendo:
- La literatura ha muerto. ¡Viva la literatura!
-El pensamiento ha muerto. ¡Viva el pensamiento!
-La libertad ha muerto. ¡Viva la libertad!
- La utopía ha muerto. ¡Viva la utopía!
- Las dudas han muerto. ¡Vivan las dudas!
- La independencia ha muerto. ¡Viva la independencia!
- La revolución ha muerto. ¡Viva la revolución!.
- El anarquismo ha muerto. ¡Viva el anarquismo!
-El comunismo ha muerto. ¡Viva el comunismo!.
- Karl Kraus ha muerto. ¡Viva Karl Kraus!
Quince años en el partido comunista, clandestinidad en la Radio Pirenaica, en sus publicaciones y actividades. 6 años como consejero cultural de la Embajada de Cuba. Director de dos editoriales en las que publiqué a numerosos jóvenes escritores, algunos su primera obra, hoy académicos, premios nacionales, reconocidos en el mundo de la literatura. Fundador, Presidente y responsable cultural de un periódico llamado Liberación. 35 años en la Asociación de Escritores de España, organizando 7 Congresos, numerosas actividades culturales, dirigiendo y maquetando una revista, República de las Letras que alcanzó 134 números, y los últimos 20 años acudiendo diez horas diarias a la propia asociación para trabajar en ella. He publicado más de 50 libros, novelas y ensayos, cientos y cientos de artículos en periódicos y revistas, de España y otros lugares del mundo, y,...al fin, creando esta revista La antorcha del Siglo XXI, que alcanza el número 100.
Y ahora no puedo decir que me encuentre desasistido. Como los políticos, banqueros, hombres de negocios, y en pequeña escala funcionarios o trabajadores, no estoy en la inanidad: yo también tengo mis puertas giratorias. Es el benefactor Estado el que se encarga de asistirme: 190, si, ciento noventa euros mensuales para vivir. Me preguntan: ¿ y con eso vives, has de vivir? Carezco de cuenta corriente, bienes de cualquier tipo, pero al menos también poseo un pequeño tesoro en mi particular paraíso fiscal: unos diez cuadernos en blanco para escribir, un tintero, dos plumas y un pequeño ordenador.
Y mientras el Ministro del Interior, la Justicia, u otros guardianes del orden establecido no me desposean de ello, mi religión: el decálogo particular, los 10 mandamientos de todo perdedor, que alientan mis deseos de sobrevivir, seguirán siendo:
- La literatura ha muerto. ¡Viva la literatura!
-El pensamiento ha muerto. ¡Viva el pensamiento!
-La libertad ha muerto. ¡Viva la libertad!
- La utopía ha muerto. ¡Viva la utopía!
- Las dudas han muerto. ¡Vivan las dudas!
- La independencia ha muerto. ¡Viva la independencia!
- La revolución ha muerto. ¡Viva la revolución!.
- El anarquismo ha muerto. ¡Viva el anarquismo!
-El comunismo ha muerto. ¡Viva el comunismo!.
- Karl Kraus ha muerto. ¡Viva Karl Kraus!
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