Boletin Nº100 Mayo 2013 edita Foro Social Segovi

Boletin Nº100 Mayo 2013 edita Foro Social Segovia

Hace ya diez años que el Foro Social de Segovia comenzo su andadura.Desde entonces habeis sido muchas las personas que habeis colaborado con nosotr@s : aportando ideas,participando en las actividades, compartiendo experiencias,enseñandonos, escribiendo articulos,participando como ponentes,siguiendonos como lectores del boletin y del blog,colaborando de mil maneras para que este proyecto siguiera adelante.Los momentos más destacados los hemos recogido,mes a mes,en nuestro boletin. El que hora tienes en tus manos o estas leyendo digitalmente es el NUMERO CIEN.
Con motivo de conmemorar modestamente estos cien numeros,taemos a nuestro editorial cuatro opiniones que otros tantos entrañables colaboradores han escrito para la ocasión.Una vez más les agradecemos su colaboración.A tod@s que leéis estas lineas:un placer saludaros.Muchisimas Gracias.
¡A POR OTROS CIEN ! FORO SOCIAL DE SEGOVIA

No son muchos los ejemplos de ciudades pequeñas que mantienen encendida la llama de la contestación y de la rebelión. Si, además, su ubicación geográfica las emplaza en escenarios que los tópicos sugieren son los menos apropiados para una y otra tarea, habrá que valorar como se merece lo que el Foro Social ha conseguido en Segovia en un período de tiempo que empieza a ser ya respetable. No hablo por hablar. Invitado por el foro, y para participar en charlas y mesas redondas, he acudido, con gusto, media docena de veces a Segovia. Y puedo certificar que el Foro ha estado siempre a la altura en los que creo que son sus dos menesteres mayores: difundir cultura y pensamiento crítico, con pluralismo y vivacidad, por un lado, y hacer frente con coraje a los desmanes de los gobernantes, cercanos o lejanos. Mil primaveras para el Foro Social de Segovia. Y que sigamos aprendiendo de sus gentes.

Recibid un abrazo, Carlos Taibo

Segovia y su Foro Social lanzaron al cielo todas las letras del abecedario que volvieron ordenadas en  pensamientos de transformación.

LLovió alto y fuerte.

Gustavo Duch

LOS ENCUENTROS DE ESCRITORES

         Eran otros tiempos y, de fondo, sonaban músicas celestiales. Habíamos pasado del “España va bien” a “la economía española juega en la Champions ligue”. Parecía que todos viajaban en clase VIP y quien no se desayunaba con inversiones multimillonarias era porque no quería. Postín y bambalinas. Los artistas de alto copete cantaban desde el Parnaso sin renunciar a la gloria y las dietas oficiales.

            Cuando uno echa un vistazo a la historia de la literatura, tropieza con la misma piedra. Tal vez recuerde alguien cómo acaba el Lazarillo: “Esto fue el mismo año que nuestro victorioso Emperador en esta insigne ciudad de Toledo entró y tuvo en ella Cortes, y se hicieron grandes regocijos”. Pero el genial autor de la novela se molestó antes en relatar la miseria moral y económica de ese Imperio rimbombante.

            ¿Hubo intelectuales que levantaran el dedo, en medio del regocijo del siglo XXI recién empezado? Alguno hubo. ¿No hay siempre raros, resentidos que protestan por todo? Son los que no suelen ir a grandes congresos y solo de tarde en tarde asomaban la patita bajo la puerta de la televisión. O de tertulia en tertulia, como la voz que clama en el desierto. Los otros eran los oficiales, los de la pureza incontaminada del arte. Los que ni siquiera firmaban manifiestos por no mancharse las manos de realidad.

            El Foro Social de Segovia acometió hace siete años un reto insólito. Se trataba de reunir en una mesa redonda a un cierto número de escritores, afrontar la dureza del suelo que pisamos y abandonar nubes y bambalinas. Aún recuerdo la primera edición, echando mano de algún escritor local y aprovechando la presencia de algún otro nombre más conocido que completaba la faena después del Hay Festival. Salón de actos del IES Mariano Quintanilla. Media entrada, como quien dice, a pesar de que era gratis. Pero de pronto surge la llama: ¿cuál es la tarea de un escritor en esta sociedad? Esa es la clave.

            Siete sesiones ha habido. Tuve el honor de moderar dos de ellas en un foro incomparable: la antigua Universidad Popular donde intelectuales progresistas intentaron acercar la libertad y la cultura al pueblo, por amor al arte. Eran otros tiempos. Y, para mayor satisfacción, lleno absoluto en la antigua iglesia románica. Allí pasaron novelistas como Belén Gopegui, mostrando su enorme sensibilidad; dibujantes satíricos como Miguel Brieva diseccionando la falsedad del mundo oficial; poetas capaces de emocionarnos como Paloma Uría; pensadores como Calos Taibo desnudando los movimientos sociales… O el escalofriante relato de Carlos Mamonde, poeta y narrador, de cómo fue torturado por la dictadura argentina.

            Ahora que llegaron las vacas flacas es fácil apuntarse los tantos. Pero las Jornadas de Escritores habían hablado de la crisis antes que políticos profesionales, periodistas famosos e intelectuales de alto postín. Voces lúcidas, inteligentes, críticas. Y lo hicieron bajando al mundo de una pequeña ciudad, con modestia y generosidad, amables y próximos a todos. Que siga, por mucho tiempo

Jesus Pastor

Estuve en Segovia un invernal día de primavera invitada por el Foro Social de Segovia.

Las inclemencias del clima fueron sobradamente compensadas por el calor humano de un interesante debate sobre la situación a la que nos ha llevado la dictadura de los mercados y la necesidad de lograr una auténtica democracia.

Me emocionó y animó ver cómo casi el centenar de personas que asistieron al acto debatimos sobre los privilegios de los bancos y poderes financieros que están causando tanto sufrimiento a la sociedad y cómo, tanto en Segovia como en Madrid y otros muchos lugares de todo el territorio español, hay hombres y mujeres para los que la solidaridad, la unión y la participación de los ciudadanos es el camino para acabar con los injustos desahucios, los recortes en los servicios públicos, el desempleo y la escandalosa situación social que hoy vivimos en España, Europa y el resto del mundo.

Siempre me ha gustado Segovia, una ciudad llena de encanto. Ahora me gusta mucho más porque he encontrado  amigas y amigos a los que, sin duda, volveré a ver.

Muchas gracias al Foro Social de Segovia y a todas las personas que tuve ocasión de conocer y con las que compartí unas horas estupendas.

Lourdes Lucia