Foto: Paya
Un año más por las calles de Segovia se ha celebrado la procesión del becerro de oro, ha quedado como símbolo de la ignorancia y del error de quienes se dejan engañar por falsas creencias. Podríamos considerar en estos tiempos de recortes de derechos , una denuncia de la idolatría, es decir, el culto a falsos dioses,falsos políticos,falsos mercaderes, engañosos. También se emplea el símil del becerro de oro para hablar del dinero, dando a entender que sería también un falso dios al que los seres humanos adoran por encima de todo, de un modo erróneo.
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