Según el parte oficial los arboles tenían una enfermedad. Los Sauces tenían más de veinte años, habían dado sombra en los recreos a unas cuantas generaciones de alumnos/as de este centro escolar.
Los Sauces del Carlos de Lecea permanecerán en la memoria como un destello de respeto a la naturaleza y de armonía en la etapa escolar.
Siempre la misma solución: matar los árboles. Si están enfermos ¿porque no tratarlos? Y si al final hay que cortarlos por favor reponerlos con otros que estarán igual de crecidos en pocos años.HAY QUE EXIGIR SU REPOSICIÓN.Los niños y los maestros lo agradecerán. Para el día del arbol plantar el doble de árboles que los que se han suprimido.
ResponderEliminarPor favor pasadles esta iniciativa al claustro de profesores y al AMPA.