Se van los mejores
Negados a ser y morar
Destapan el frasco de polvo y se van
Se van lo mejores
Ausentes de todo poder
Abrazan la luna del amanecer
Dejándonos solos
Cuidando en los libros su eterno tesoro
De amor e inquietud
Que el dios en quien nunca he creído
Bendiga su luz
Se van los mejores
Calmando el dolor de vivir
Detienen el curso de andar y escribir
Se van lo mejores
Hinchado de lluvia y amor
Se apaga el latido de su corazón
Se quedan aquí aunque se van
Nos queda el vacío de la felicidad
Lo dicho, sirva este homenaje, que tomo prestado de Pedro Guerra, de agradecimiento por estos años.
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