La lucha contra el hambre debe contar con aquellos que la sufren
Más de 600 delegados y delegadas de organizaciones campesinas, pescadores, consumidores críticos, pastores, mujeres, jóvenes... se dan cita estos días en Roma en el Foro de los Movimientos Sociales para debatir y establecer estrategias conjuntas de acción para enfrentar la grave crisis alimentaria que afecta a más de mil millones de personas en todo el planeta, uno de cada seis habitantes, especialmente en los países del Sur.El Foro se celebra coincidiendo con la cumbre mundial sobre seguridad alimentaria 2009 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, que empezará la próxima semana. Ayer [13 de noviembre], en la pl. Campidoglio, en el centro de Roma, se celebró el acto de apertura del encuentro, dedicado a los pueblos originarios, representantes de las comunidades maorí, mapuche y dakota, entre otros, nos recordaron que “nosotros no vendemos la madre tierra” y que “la lucha contra el hambre no se puede llevar a cabo sin contar con aquellos y aquellas que la sufren y quienes trabajan con la tierra”.Cuatro van a ser los ejes temáticos del Foro. El primero analizará el monopolio existente en la cadena agroalimentaria, en manos de unas pocas empresas multinacionales que acaban determinando nuestro modelo alimentario, así como el papel de las instituciones internacionales, supeditadas a estos intereses corporativos.Un segundo eje de trabajo abordará la creciente privatización de los recursos naturales: la tierra, el agua, las semillas, las zonas pesqueras tradicionales, la agrodiversidad... En concreto, una preocupación central en el Foro es la creciente dinámica de acaparación de tierras por parte de empresas privadas o Estados que compran tierra a países terceros para asegurarse la producción de alimentos y/o la especulación con los mismos a costa del derecho a la alimentación de las poblaciones de estos territorios. Las políticas gubernamentales e internacionales agrarias, pesqueras y ganaderas, y su apoyo incondicional a la agroindustria, será otro de los ejes centrales, así como las alternativas que se plantean desde los distintos movimientos sociales. ¿Qué agricultura puede enfriar el planeta? ¿Qué solidaridad entre el campo y la ciudad? ¿Qué modelos alternativos de comercialización? ¿Cuál es el papel de mujeres, campesinado, pastores, comunidades rurales en la construcción de la soberanía alimentaria? Éstas son algunas de las cuestiones a abordar en un tercer eje de trabajo.Finalmente, el acceso a los alimentos es otra temática central. Hoy, la crisis alimentaria es resultado de la imposibilidad de amplias capas de la población para poder adquirir comida. Se trata de un problema de acceso, a pesar del discurso oficial de las instituciones internacionales y de las empresas que nos quieren hacer creer que se trata de un problema de producción, que será resuelto con una nueva revolución verde, más agricultura industrial, transgénicos, etc. Frente a la creciente descampesinización del campo, ¿cómo vamos a alimentar al planeta? Frente a la privatización de los recursos naturales, ¿como reapropiarnos de nuestros sistemas agrícolas y alimentarios?Los participantes, organizados en cuatro grupos de trabajo, abordaran cada una de estas problemáticas para plantear alternativas y propuestas concretas de acción que serán presentadas en la cumbre mundial sobre seguridad alimentaria de la FAO . El Foro de los Movimientos Sociales ya ha empezado, el futuro de la alimentación aún está en nuestras manos.
Esther Vivas participa en el Foro de los Movimientos Sociales paralelo a la Cumbre Mundial de la FAO sobre seguridad alimentaria en Roma (Italia).
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