Pueblos indígenas de toda Abya Yala se reunirán en una cumbre continental
La cita será a finales de mayo en la peruana ciudad de Puno.
Entre los días 27 a 31 de mayo se darán cita en la ciudad de Puno (Perú) los pueblos indígenas de toda Abya Yala en el marco de la IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala, nombre con que los kuna de Panamá –y retomado por todo el movimiento indígena– se refieren al territorio que desde los tiempos de la colonización viene a llamarse América.
Tras las ediciones celebradas anteriormente en México (2000), Ecuador (2004) y Guatemala (2007), esta Cumbre continuará con el que es su objetivo principal: la construcción de una agenda común de los pueblos originarios del continente. En ese sentido, la Cumbre busca la creación de una Coordinadora Continental de Pueblos Indígenas del Abya Yala que se encargará también de organizar una “movilización global en Defensa de la Tierra” para el 12 de octubre de este año.
En esta ocasión, la IV Cumbre incluirá la realización de la I Cumbre Continental de Mujeres Indígenas del Abya Yala y el II Encuentro de Niños y Jóvenes Indígenas del Abya Yala, que se celebrarán los días 27 y 28 de mayo también en Puno.
A partir de la Declaración de Quito de 1990 –producto del Primer Encuentro Continental de Pueblos Indios, organizado en repulsa de los actos de “celebración” del V Centenario del “Descubrimiento de América”–, las luchas de los pueblos originarios se han ido reproduciendo y ganando presencia a lo largo de todo el Abya Yala. A partir de entonces, las propuestas indígenas se han mostrado como alternativas reales a las impuestas por el Imperialismo y el Capital, aunque no por ello faltas de diversidad en sus enfoques. Así, por ejemplo, mientras en algunos países como Bolivia el movimiento indígena ha recurrido a la participación electoral como forma de tomar un poder que lo ha oprimido durante siglos, en Chiapas o en Oaxaca las luchas de los pueblos originarios han optado por alejarse de los partidos políticos y la vía electoral.
En la actualidad, la resistencia ante los proyectos de “desarrollo”, impulsados por los binomios Estado–Capital contra la soberanía territorial y las formas de organización política de los pueblos originarios, ha encontrado en la revitalización de sus formas autónomas de organización política y de relación con la Naturaleza (Pachamama–Madre Tierra) una forma de resistencia, pero también una alternativa vital y de relación socio–política a la que nos es presentada como única posible. Una alternativa que ha sido revelada por el movimiento indígena no sólo como parte de la lucha por el respeto a sus propios modos de vida, sino también como inspiración para la creación de una nueva sociedad más igualitaria, justa y respetuosa con el medio ambiente.
Este es el caso, por poner sólo un ejemplo, de la Minga de Resistencia Social y Comunitaria, desde la cual el movimiento indígena colombiano trata de construir una agenda común con el resto de sectores sociales que acabe con la guerra que sufre el país desde hace décadas y punto de partida para la construcción de una nueva Colombia alejada de la voracidad militarista del capital.
En Ecuador, la propuesta del Sumak Kawsay (“Buen Vivir”) de los pueblos originarios se convirtió en eje fundamental de la nueva constitución del país andino. Las diferencias del movimiento indígena que encabeza la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) con el presidente Rafael Correa apuntan a dos elementos esenciales para comprender la presencia política en Abya Yala del movimiento indígena: las contradicciones que conlleva la participación de los pueblos indígenas en estructuras políticas ajenas a sus tradiciones comunitarias y la propuesta indígena como alternativa –según algunos– o como complemento necesario –según otros– al llamado Socialismo del S. XXI.
Sea como fuere, el movimiento indígena se ha convertido en referente para quienes –tal y como sostienen los zapatistas– la organización política y las relaciones sociales deben construirse “desde abajo”, de manera horizontal, en clara contraposición a las tendencias verticalistas impuestas en el Abya Yala por la tradición occidental.
Como muestra de la importancia que la Cumbre representa para el movimiento indígena, organizaciones de todo en continente llevan ya meses preparándose para el evento. La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería (CONACAMI); la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC); las mujeres indígenas de Ecuador o Bolivia; los pueblos Quechua y Aymara o los del Centro y Mesoamérica, por poner sólo unos pocos ejemplos, ya han realizado o están a punto de realizar encuentros preparatorios para la Cumbre que se celebrará a orillas del Lago Titicaca.
MÁS INFORMACIÓN
http://www.cumbrecontinentalindigena.org/
http://www.minkandina.org/
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